El mundo moderno y la fuerza laboral femenina no sería la misma sin la lucha incansable de miles de mujeres poderosas que tuvieron un par de … ideas bien puestas y movieron cielo y tierra para lograrlas.
A través de la historia, la mujer ha dejado su huella en ingeniosas innovaciones, tanto de productos como de servicios, permitiéndole a la humanidad ir tejiendo la evolución en todos sus ámbitos.
A principios del siglo 20 se empezaron a ver cambios reales en el campo laboral, donde más mujeres buscaban sus ingresos por sí mismas. Sin embargo, eran catalogadas como “mujerzuelas” (-se imaginan la impotencia-). A pesar de toda esta presión social, ellas no se rendían, por el contrario, creaban fuerzas y escudos para ejercer esa lucha conjunta. Ahí empezaron a surgir grandes nombres como Coco Chanel y Madam C.J. Walker, entre muchas otras, quienes con garras y dientes enfrentaron la discriminación, injusticias en los salarios y miles de estigmas impuestos solo por ser mujeres. ¡Muchas de estas siguen hasta hoy y se han convertido en marcas con un legado de décadas!
Siguiendo la línea de los eventos mundiales, durante la Segunda Guerra Mundial (1940-1945), las mujeres tomaron más fuerza en mostrar sus emprendimientos e inclusive salir a la calle en busca de nuevos empleos, esto debido a las vacantes que dejaban los soldados caídos durante las batallas, donde lograron posiciones variadas desde costureras hasta mecánicas de aviones. Muy listas, ¿no? Un sin número de habilidades tenían estas mujeres, desde características personales como el optimismo, la iniciativa y la resiliencia hasta habilidades interpersonales como la inteligencia emocional, y definitivamente gran coraje, que necesitaron para llevar sobre sus hombros todas las cargas del hogar, de las pérdidas post-guerra y de la responsabilidad de seguir criando hombres y mujeres de bien.
Durante los años 60-70 se empezaron a ver muchos cambios políticos y sociales, las estadísticas de divorcio comenzaron a aumentar (no que esto sea positivo, pero lo que no sirve, que no estorbe), dando pie a un nuevo grupo familiar formado por madres cabezas de hogar, las cuales exploraban opciones y sentían el emprendimiento como la opción más viable en su momento. Poco a poco, fueron ganando más voz en la sociedad y adquiriendo derechos legales en el ámbito laboral, lo que permitió que pudieran acceder a empleos como secretarias, maestras, enfermeras y explorar un poco la atmosfera.
Para los años 80, ya se empezaron a firmar actualizaciones de leyes para eliminar los requerimientos de firmas de los “esposos” para que las mujeres pudieran hacer trámites bancarios y legales por sí mismas.
El siglo 21 ha sido una increíble cuna para emprendedoras grandes y exitosas, sin embargo, aún se enfrentan situaciones de discriminación, diferencias salariales, y otras injusticias. Mucho o poco, pero se nota el esfuerzo cada vez más por reducir la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres, más de la mano todas, más unidad y cooperación entre las que ya llegaron para apalancar a las que van apenas empezando los caminos de lucha.
En nuestro peculiar 2020, la pandemia ha remodelado el mapa de la sociedad enormemente, se ha notado un incremento de emprendimientos liderados por mujeres, buscando diversificar sus habilidades, ya sea por las disminuciones en sus ingresos base o por que vieron las oportunidades en la puerta de su casa. Gracias a ese coraje mostrado, las organizaciones gubernamentales y privadas también han buscado como apoyar esos esfuerzos, ahora tenemos mujeres en puestos decisivos sembrando semillas de igualdad y sororidad, semillas que nos crean un camino donde todo es posible, y donde tenemos la certeza de que si nos caemos habrá alguna otra por ahí que nos tienda la mano sincera para dar apoyo al levantarnos.
Definitivamente la reinvención es una de las habilidades más fuertes que tenemos como mujeres, capaces de vencer obstáculos, esconder los miedos e limpiarnos las lágrimas, el polvo, las huellas y seguir adelante cada día con más fuerza, con más claridad y más dueñas de nuestro futuro que nunca.
Agradecida de todo corazón por todas nuestras antepasadas, esas mujeres sin límites que han dejado huellas de enseñanzas y experiencia, gracias por entregarnos la responsabilidad de acelerar los cambios y pelear cada día con más fuerza por la equidad.